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Foto del escritorJimena Amaya

¿El tamaño importa?


 

¿El tamaño importa? ¿Quién dijo que el tamaño importa? Hoy te cuento cómo vendí un departamento de apenas 20 m² de superficie total en Bolívar al 800, San Telmo, y te aseguro que fue una experiencia que me dejó pensando.


San Telmo es un barrio que vibra con su propia energía. Entre callecitas empedradas y cafés con historias y propuestas modernas, la oferta inmobiliaria se presenta tan variada como sus habitantes. Así que, cuando me encontré con este departamento de 20 m² totales, supe que tenía un desafío divertido. Pero, ¿no son los desafíos lo que nos mantienen despiertos?



Conocí a Nico un verano en la terraza de Bolívar 808. Estábamos recostados al borde de la pileta, mirando las calles de San Telmo y charlando como lagartos al sol. Hace unos meses, me escribió para contarme que estaba planeando vender un departamento en ese mismo edificio; séptimo piso al frente.


Me comentó, entusiasmado, algunos pequeños cambios que quiere para su futuro, y uno de ellos es dejar el barrio bohemio para volver a los colores de Palermo. Después de años de caminatas por calles empedradas, Nico soñaba con el bullicio moderno de Palermo y sus propuestas variadas de un barrio cool que nunca deja de pasar de moda.


Lo entendí perfectamente: los cambios tienen que ver con acercarnos a eso que deseamos y nos da seguridad, y ahora tiene todo eso y más esperándolo en su nuevo barrio. Ahí empezó mi aventura para vender su lugarcito en San Telmo, un departamento chiquito pero con todo el estilo.


Lo primero fue averiguar qué decía el mercado sobre este tipo de inmuebles. Con el ojo afilado y las antenas direccionadas, hice mi tarea: investigar antecedentes y estudiar la zona. San Telmo tiene su público, gente que busca esa chispa única que no se encuentra en cualquier lado. Una vez tasado el lugar, sabía que tenía que apuntar la comunicación a un público específico. ¡Y esa es la clave del éxito! ¿Quién está dispuesto a pagar un buen precio por 20 m²? Aquel que valore lo auténtico, lo diferente. Alguien que entienda que, en el mundo inmobiliario, menos puede ser más.



¿Y qué pasó? En una semana, tuvimos una reserva que casi calcaba nuestro número de tasación. Así que, ¿el tamaño importa? En un mercado tan cambiante como el nuestro, donde las tendencias se menean al ritmo del primer semestre de un nuevo gobierno, vender en una semana no es cuestión de suerte.


Lo que hizo la diferencia fue tomarse el tiempo para entender lo que el mercado decía sobre las características de esta unidad. Entonces, el tamaño no siempre importa si sabemos movernos al ritmo de las virtudes. Lo importante es encontrar el encanto en lo pequeño, ver el potencial donde otros solo ven limitaciones. Un espacio puede ser chico, pero si se aprovecha bien y está en un lugar como San Telmo, puede convertirse en un verdadero tesoro.


A fin de cuentas, lo que realmente pesa es cómo se siente un lugar y qué oportunidades ofrece a quien lo habita. Es la calidad de vida, la cercanía con lo que más nos gusta, la conexión con la esencia del barrio. Y eso, no se mide en metros cuadrados, sino en experiencias y posibilidades.



Así que, antes de descartar algo por su tamaño, pensemos en todas las maneras en las que ese pequeño rincón puede convertirse en el espacio perfecto para alguien. Porque, como dice el dicho, lo bueno viene en frascos chicos.


Si querés vender un "chiquitito", permitime ayudarte a diseñar la mejor estrategia de comunicación. ¡Y hagamos juntos esa venta realidad! Vendí un departamento de 20 m² lleno de personalidad, auténtico hasta el último centímetro. Para mí, el tamaño no importa. Quiero agradecer a Nico por confiar en mí para su proceso de venta y compra. Gracias por las charlas, los nervios y las ilusiones compartidas. ¡Gracias siempre!






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