Cuando se trabaja con inmuebles, cada propiedad cuenta una historia única. El departamento de Nora y Nino, ubicado a escasos 50 metros del icónico Parque Lezama en San Telmo, no fue la excepción.
Desde el primer momento en que pisé su hogar, supe que este encuentro sería especial. Nora y Nino me recibieron con una calidez genuina, y un humeante café; compartiendo su historia mientras recorríamos cada rincón de su hogar. Me contaron sobre sus años en San Telmo, la comunidad vibrante que habían encontrado y los recuerdos que habían creado en ese espacio. Pero, sobre todo, me hablaron de su sueño: dejar la ciudad y establecerse en el sur, específicamente en Lago Puelo, donde podrían disfrutar de una vida serena y rodeados de la naturaleza patagónica.
A medida que avanzaba la visita y la conversación sobre el mercado inmobiliario, nuestro encuentro trascendió lo profesional. Entre anécdotas sobre San Telmo y los planes para el futuro en el sur, el día de la autorización de venta llegó como un hito emocional. Cuando llegamos a la cocina, me mostraron una pieza cerámica que habían rescatado de un volquete años atrás. Con cuidado y emoción, Nora la sostuvo y me explicó que era una pieza del año 1900, diseñada por Henry Richards, un ceramista inglés de renombre y con una historia que abarca las fábricas de Worcester.
Estaban emocionados de compartir este regalo conmigo, como si la pieza simbolizara su propia historia de recuperación y renovación. Mientras recorríamos los detalles de la tasación y firmábamos la autorización de venta, sentí una profunda conexión con ellos. Más que ayudarlos a vender su departamento, me sentí honrada de ser parte de su sueño, de una vida nueva en el sur.
Guardé la pieza cerámica con cuidado, sintiendo que no solo era un objeto valioso, sino un amuleto cargado de historias y significado. Prometí a mí misma hacer todo lo posible para que su sueño se haga realidad, para que puedan empezar una nueva aventura en Lago Puelo.
Las relaciones inmobiliarias siempre van más allá de simples transacciones; son encuentros entre sueños, historias y posibilidades; se trata de ser una facilitadora de sueños, un puente hacia nuevos comienzos y oportunidades.
Ahora, mientras trabajo en la venta de su querido hogar en San Telmo, sé que cada paso que damos juntos nos acerca un poco más a hacer realidad sus vidas en el sur. Y con mi nuevo objeto de la suerte, una pieza cerámica con una historia tan rica como la de Nora y Nino, siento una renovada inspiración para seguir adelante, haciendo que cada paso del camino sea significativo y único.
qué belleza este lugar! la calidez de los colores que combina con esos los nombres: Nora y Nino; buen viaje!!
Gracias Jimena, un encuentro, un café, una charla, nuestra historia , y un sueño a cumplir… Es un placer sentirnos acompañados por vos en esta etapa …