Hoy les traigo una charla con las chicas de Bardoteca, un espacio que se siente tan santelmeño como las calles y los domingos de feria. Ubicada en Defensa 1365, Bardoteca es más que una simple vinoteca; es un lugar donde cada botella tiene una historia de selección, y donde las tradiciones barriales se mezclan con el amor por el buen vino y otros elixires. En esta entrevista, hablamos sobre cómo San Telmo influenció su negocio, la relación con la comunidad y cómo ven el futuro de este querido barrio.
Las dueñas de casa, Luri y Michelle
1. ¿Cómo creen que su oficio o negocio ha evolucionado gracias al ambiente único de San Telmo? ¿Qué aspectos del barrio les han influido más?
Creemos que San Telmo, con su espíritu tradicional, nos empujó a mantener viva esa esencia de compartir y celebrar. La gente del barrio es muy de juntarse, de seguir con costumbres que no se pierden. Y eso se nota en nuestro local y en los productos que elegimos. Además, los turistas que pasan por acá no buscan lo típico; quieren algo que los conecte con la verdadera Argentina, y saben que San Telmo les ofrece eso. En Bardoteca, intentamos reflejar esa mezcla entre lo local y lo auténtico.
2. ¿Cuál es el impacto que el emprendimiento tiene en la comunidad local y qué valor creen que aporta al barrio?
Nuestro impacto siempre es positivo porque amamos este barrio y eso se nota. Conocemos a los vecinos, y cuando nos visitan, no es solo para comprar algo rápido, es una charla, un intercambio. Somos de la vieja escuela en eso, escuchamos, recomendamos, y hacemos lo posible para que se lleven lo mejor. Ese tipo de trato crea un vínculo con la comunidad.
3. ¿Cómo imaginan San Telmo en los próximos años y qué papel les gustaría que su negocio juegue en ese futuro?
Ojalá que San Telmo no se gentrifique demasiado. Si llegan nuevos vecinos, esperamos que se enamoren del barrio tanto como nosotras. Nuestro sueño es que Bardoteca siga siendo un punto de encuentro, un lugar donde la gente se sienta en casa, y que siga aportando a la identidad del barrio.
4. ¿Qué consideran que hace falta mejorar o seguir trabajando para que el barrio siga creciendo como un espacio de propuestas y atractivo para emprendedores?
Sentimos que faltan cosas simples pero efectivas, como mapas impresos que los turistas puedan llevarse para conocer los negocios del barrio. Algo tan sencillo como eso puede marcar la diferencia. También estaría bueno armar una red de descuentos entre los comerciantes del barrio. No queremos que pase lo mismo que en Palermo, donde de a poquito el vecino se fue y el barrio perdió su esencia.
5. ¿De qué manera la relación con otros emprendedores y comerciantes del barrio ha fortalecido o moldeado el negocio?
Estamos muy ligadas a la feria y a nuestros vecinos comerciantes. La relación con ellos es como con los clientes, basada en la confianza y el respeto. Nos comunicamos, compartimos, y eso nos hace sentir como una gran familia. Nos encanta ser parte de este ecosistema.
6. Si tuvieran que señalar una necesidad o desafío actual en San Telmo que les gustaría ver resuelto, ¿cuál sería y cómo creés que podría contribuir a mejorar el entorno para todos?
Preservar lo histórico. Eso es clave. Si San Telmo pierde su esencia, pierde su atractivo. Conservar los edificios, las calles, los espacios que hacen único al barrio es fundamental para que no se convierta en un lugar más. Eso es lo que hace que la gente quiera venir y quedarse.
Charlando con las chicas, se reafirma algo que siempre he creído: San Telmo es mucho más que un barrio, es una comunidad con alma propia. Cada rincón, cada negocio tiene su historia, y lo que realmente lo hace especial son las personas que lo habitan y lo mantienen vivo día tras día.
Este lugar no es solo un espacio donde se compra vino, sino donde se construyen relaciones, se comparten experiencias y se preserva la esencia del barrio. En un mundo que avanza a toda velocidad, estas charlas nos recuerdan la importancia de detenernos, mirar a nuestro alrededor y valorar lo que tenemos cerca.
Luri y Michelle, con esa energía que las caracteriza, están organizando la Bardofest, un fiestón que ya se ha ganado su lugar en el calendario del barrio. Será una noche donde la buena gastronomía, las mejores etiquetas de vino, y la música en vivo se fusionan para crear una experiencia única. Es un evento pensado para disfrutar, compartir, y seguir construyendo esos lazos que hacen de San Telmo un lugar tan especial.
La cita es el próximo 8 de octubre, y estoy segura de que será una noche inolvidable. ¡Nos vemos ahí, brindando por todo lo que hace de este barrio un lugar como ningún otro!
Este nuevo enfoque en el blog busca conectar más profundamente con el barrio, mostrando no solo las fachadas y calles empedradas, sino las personas que hacen de San Telmo lo que es. Espero que disfruten estas historias tanto como yo disfruto contarlas. ¡Nos seguimos leyendo!
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